La neurociencia es el estudio científico del sistema nervioso (el cerebro, la médula espinal y el sistema nervioso periférico) y sus funciones. Es una ciencia multidisciplinar que combina la fisiología, la anatomía, la biología molecular, la citología, la psicología, la física, la informática, la química, la medicina, la estadística y la modelización matemática para comprender las propiedades fundamentales del sistema nervioso, sus funciones y sus limitaciones. Para simplificar, podemos decir que la neurociencia se centra en el estudio del cerebro, en el estudio de todo aquello que ocurre cuando pensamos y en el comportamiento: lo que decimos o hacemos. Además, desarrolla investigaciones sobre el funcionamiento del sistema nervioso cuando existen enfermedades psiquiátricas o trastornos neurológicos (como la esquizofrenia, el síndrome bipolar, los trastornos de la personalidad etc.). Según Eric Kandel – Premio Nobel en Neurociencia y neurofisiología (2000)- la comprensión de las bases biológicas del aprendizaje, la memoria, el comportamiento, la percepción y la consciencia son el «reto épico» de las ciencias biológicas.
El estudio científico del sistema nervioso aumentó considerablemente durante la segunda mitad del siglo XX, principalmente gracias a los avances en biología molecular, electrofisiología y neurociencia computacional. Esto ha permitido a los neurocientíficos estudiar el sistema nervioso en todos sus aspectos: cómo está estructurado, cómo funciona, cómo se desarrolla, cómo son las disfunciones y cómo se puede cambiar. Dentro de todos los descubrimientos de la neurociencia destacamos tres. El primero es que se ha descubierto que las neuronas son células especializadas en la comunicación ya que son capaces de comunicarse con otras neuronas, con distintas células de músculos y órganos y con las hormonas del cuerpo. También se ha descubierto que lo hacen a través de uniones especializadas llamadas sinapsis a través de señales eléctricas o electroquímicas y que la realizan físicamente a través de un largo y delgado filamento llamado axón. Lo segundo mas importante que se ha descubierto es que el sistema nervioso del ser humano (dividido en el sistema nervioso central -que comprende el cerebro y la médula espinal- y el sistema nervioso periférico) es el sistema de órganos más complejo del cuerpo, ya la mayor parte de la complejidad de todo nuestro cuerpo reside en el cerebro. Sólo el cerebro humano contiene unos cien mil millones de neuronas y cien billones de sinapsis que sostienen entre sí una red de sinapsis muy compleja. Y lo tercero más importante es que como la estructura del sistema nervioso, sus sinapsis y sus funciones cambian constantemente, no es posible determinar un sistema único de sinapsis fijo ni para cada individuo, ni para cada toma de decisiones. Cuando una parte del cerebro es dañado, a veces, otra parte del cerebro copia sus funciones y las reproduce. Es por esto que no es posible predeterminar conductualmente a un individuo. Esto es, la individualidad de las conexiones neuronales es parecidas a las huellas digitales, las células funcionan de manera muy similar pero los contenidos o la información relacionada con el mundo externo están determinadas por particulares patrones de pensamiento, conducta y habla únicos en cada persona.
Por otra parte, con respecto a la CONSCIENCIA la neurociencia estudia aspectos como: la estructura de los sentidos y como captamos la información, la transferencia de esta información sensorial para su posterior transformación en información coherente, la experiencia subjetiva que sucede antes y después de la captura de información, los procesos de decisión a través del enlace estímulo-pensamiento-acción/ no acción y también el nivel de atención, el estado de alerta, la vigilia y la cognición. A pesar de que todos comprendamos que estar consciente significa estar despierto, alerta y responder al entorno teniendo en cuenta que es uno mismo quien hace las decisiones, la definición de conciencia difiere en psicología, neurociencia, filosofía y otras ciencias relacionadas. La consciencia es por lo tanto, un espectro y es por eso que existen varios estados entre un estado totalmente consciente y un estado totalmente inconsciente. En medicina, está demostrado que parece que muchas decisiones se toman sin que seamos conscientes de ello. Además, existen los casos de pacientes que han sufrido de muerte cerebral pero después de revivirlos recuerdan haber salido de su cuerpo, haber escuchado la conversación mientras operaban y la han reproducido una vez revividos. ¿Eso significa que la capacidad de ser conscientes existe más allá del cerebro físicamente hablando? ¿Es posible saber si existe una consciencia más allá de nuestro cuerpo físico?
Más allá de los aspectos más filosóficos de la consciencia los expertos en el entrenamiento mental saben que podemos entrenar al cerebro para hacer las cosas más extraordinarias que podamos imaginar ya que casi todo lo que queramos crear, incluso la propia salud tiene un componente consciente. Esto es, que la consciencia, tiene que ver con la voluntad y con la libertad y esto si lo deseamos nos permite, reconstruir el propio sistema nervioso (como lo hizo Joe Dispenza), superar la muerte de un ser querido, superar una depresión, crear el trabajo de nuestros sueños o diseñar la vida que siempre quisimos vivir. Trabajar la consciencia es trabajar tu ser.
Irina de la Flor.